domingo, 9 de septiembre de 2018

TENIENTE D. JOAQUÍN MOORE DE PEDRO, BARÓN DE MISENA, PRIMER ABANDERADO DE LA LEGIÓN

Próximo a cumplirse el XCVIII aniversario de la fundación de la Legión como Tercio de Extranjeros (1), queremos dedicar este artículo a quien fuera su primer abanderado, aquel que el 21 de octubre de 1920 y portando la bandera del Regimiento de Infantería "Serrallo" nº 69, en la explanada junto al río Tarajal (Ceuta), portando la enseña nacional, fue testigo de la Jura de Bandera del primer contingente de legionarios.

D. Joaquín Moore portando la bandera del Regimiento Serrallo nº 69,
flanqueado por el Teniente Coronel Millán-Astray y el Comandante Franco
Para la biografía de este valiente legionario vamos a reproducir el artículo del Comandante de Infantería D. Francisco Ángel Cañete Páez publicado en la revista "La Legión" nº 523.

Joaquín Moore de Pedro nace en Madrid el 29 de Octubre de 1892, siendo hijo de  Don Rafael Moore de Pedro y de Doña Joaquina de Pedro Barnocta-Aldamaz. Cursa estudios del Bachiller en Artes, y el día 1º de Agosto de 1913 ingresa en la Caja de Reclutas de Madrid Nº 2, en calidad de Soldado quinto del Reemplazo de 1913. Con fecha 16 de enero de 1914, pasa destinado en la clase de soldado de segunda al Regimiento de Infantería “LEÓN” nº 38, de guarnición en Madrid, no incorporándose al mismo al haberle sido concedida prórroga hasta verificar oposiciones para ingreso en las Academias Militares. El día 5 de Septiembre de 1914, y al haber obtenido plaza de Alumno en la Academia de Infantería de Toledo, efectúa su presentación en dicho Centro de Enseñanza Militar, como integrante de la XXII Promoción y donde queda cursando el Plan de estudios reglamentario. El día 8 de diciembre de ese mismo año (1914), y en el suntuoso y porticado patio del Imperial Alcázar toledano, presta juramento de fidelidad a la Bandera; juramento que le es tomado por el Ilmo. Sr. Coronel Director de la Academia: Don Enrique Marzo Balaguer. El día 25 de Junio de 1917, y por haber concluido con aprovechamiento el Plan de Estudios vigente en dicho Centro de formación de oficiales del Arma, es promovido a segundo teniente de Infantería con antigüedad de la fecha citada. Por Real Orden de 26 de Junio de 1917 (Diario Oficial Nº142) se dispone que en su documentación se haga constar “ que este Oficial se encuentra en posesión del Título de Barón de Misena”. Por Real Orden de 27 de Junio de 1917 ( Diario Oficial Nº 143) pasa destinado al Regimiento de Infantería “LA LEALTAD” Nº 30, de guarnición en la plaza de Burgos, efectuando su incorporación al mismo el día 31 de Julio siguiente y queda en servicios de instrucción y guarnición. El día 12 de Agosto marcha a Gijón (Asturias) formando parte de su batallón donde queda destacado hasta el día 21 de Noviembre, que en virtud de lo ordenado por el Excmo. Sr. Ministro de la Guerra, en su superior Telegrama Postal (T.P.) de fecha 13 del citado mes, regresa con su Batallón a su ciudad de guarnición (Burgos), donde finaliza el año. Da comienzo el año 1918, con el teniente Moore de Pedro de guarnición en Burgos. De conformidad con lo dispuesto en la Ley de Bases de 29 de Junio de ese año (1918) este oficial cambia la denominación de su actual graduación de segundo teniente  por la de Alférez. Por Real Orden Circular de 20 de Julio de 1918, pasa destinado al Regimiento de Infantería “COVADONGA” nº 40, de guarnición en Madrid, al que se incorpora el día 10 de Agosto siguiente. El día 28 de Noviembre marcha a Alcañiz (Teruel) en uso de dos meses de licencia por enfermo, concedidos por el Excmo. Sr. Capitán General de la Primera Región Militar, y en esta situación finaliza el año. El día 28 de enero de 1919, finaliza su licencia por enfermo incorporándose a su Regimiento. El día 28 de febrero, y habiéndose declarado el “Estado de Guerra” queda “de cuartel” dispuesto a salir para restablecer el orden público. El  día 2 de Marzo sale con su batallón ( el 2º) y a las órdenes del Sr. Coronel Jefe del Regimiento Don Ambrosio Feijóo Pardiñas, a mantener el orden en los barrios extremos de la ciudad, hasta el día siguiente ( 3 de Marzo), en que regresa a su acuartelamiento al ser levantado el “Estado de guerra”. Por Real Orden Circular (R.O.C.) de 4 de Septiembre de 1919 (Diario Oficial Nº 198) es promovido al empleo de Teniente de Infantería con antigüedad del 25 de Junio anterior, continuando destinado en su mismo Cuerpo. Por R.O.C. de 28 de Octubre de 1919 (D.O. Nº 243) es destinado al Regimiento de Infantería del “SERRALLO” nº 69, al que se incorpora, en la plaza de Ceuta el día 15 de Noviembre siguiente, siendo dado a conocer con las formalidades de Ordenanza. Cuán ajeno estaría nuestro teniente Moore de Pedro de pensar, que  casi un año más tarde (Octubre de 1920)  y en el acto de la primera Jura de bandera del recién creado “Tercio de Extranjeros” sería el oficial abanderado, portando la gloriosa enseña del “Serrallo” 69, y vistiendo ya el uniforme gris verdoso del Tercio, con “chapiri” incluido como prenda de cabeza. Pero aún le quedaba casi un año de destino en el Regimiento del “Serrallo”. El día 22 de Diciembre y formando parte de la columna que manda su coronel Don Quirico Aguado Manrique, se traslada al destacamento de R`Gaiia, donde queda prestando servicio de campaña, hasta el día 24 del mismo mes que regresa a su acuartelamiento en Ceuta, donde, prestando los servicios propios de su empleo finaliza el año.  El día 22 de enero de 1920, marcha con su Compañía a la posición “General García Aldave” en una colina dominante de la ciudad, batida por  todos los vientos que se afianzan en el Estrecho, y sede parcial de guarnición, durante muchos años, de La Legión Española, donde queda prestando servicio de campaña hasta el día 22 de Febrero en que marcha al campamento de Dar Riffien (que pocos meses después quedaría íntimamente ligado al Tercio de Extranjeros), formando parte de su Batallón (el 1º del  “Serrallo”) permaneciendo en dicho campamento hasta el 11 de Marzo en que regresa a su acuartelamiento en la plaza (Ceuta). El 9 de Julio se traslada a Alcázar Seguer quedando en servicio de campaña hasta el 10 de Agosto que marchó con su Compañía a cubrir la posición de Rauda, donde permanece hasta el 11 de Septiembre que regresa a Ceuta.

Según Orden Comunicada Telegráfica de fecha 4 de Octubre de 1920, del Ilmo. Sr. Coronel Encargado del despacho de la Comandancia General de Ceuta, se dispone que “Este Oficial (teniente Moore de Pedro) pase a prestar sus servicios en concepto de “agregado” al Tercio de Extranjeros”, efectuando su incorporación a su nueva Unidad ese mismo día. Por R.O.C. de 11 de Octubre es destinado al “Tercio de Extranjeros” cesando en su condición de “agregado”, siendo destinado a la Primera Bandera que manda el Jovencísimo Comandante de Infantería Don Francisco Franco Bahamonde, efectuando su presentación en la posición de “García Aldave” donde se encuentra destacada dicha bandera. En el acto de presentación el Comandante Franco lo nombre “Teniente Ayudante” de la Bandera. (2)

El día 21 de Octubre del presente año (1920) tiene lugar en los aledaños del cauce seco del Río Tarajal (Ceuta), el solemne acto de la “Jura de Bandera” de los legionarios ingresados hasta dicha fecha en el Tercio de Extranjeros. Para dicho acto, y al mando del Teniente Coronel D. José Millán Terrero forman las tres Banderas Legionarias que hasta esa fecha integran el Tercio de Extranjeros (3). Pero al no contar dicha Unidad con bandera propia dada su reciente creación, su Jefe tiene que solicitarla a la Autoridad Militar de la Plaza de Ceuta, la cual designa para dicho acto a la “enseña” del Regimiento de Infantería del “SERRALLO” Nº 69 ( y no la del Regimiento de Infantería ”CEUTA” nº 60, que erróneamente dan por cierto la mayoría de los historiadores) enseña que sería portada por un Oficial subalterno ( Alférez o teniente) del citado Regimiento. Pero Millán quiere que la bandera sea portada por un teniente del Tercio, y aunque el Coronel Jefe del “Serrallo” se resiste, al final accede con la condición de que el abanderado sea el Teniente Joaquín Moore de Pedro, que hasta hace muy pocos días había estado destinado en “El Serrallo”, donde ha dejado una muy buena impresión entre sus superiores y compañeros. Millán acepta la decisión del Coronel Jefe del Regimiento “Serrallo” y nombra al Teniente Moore de Pedro Abanderado para el acto de la Jura del día 21 de Octubre. El prestigioso fotógrafo Bartolomé Ros y Ros, natural de Cartagena (Murcia) y  afincado en Ceuta, gran especialista en la fotografía militar nos ha dejado unas artísticas fotos del acto de la Jura, fotos plenas de plasticidad y belleza. En ellas se puede ver al Oficial abanderado (teniente Moore de Pedro) sosteniendo airoso y marcial la enseña del Regimiento del “Serrallo” 69, y a su derecha  (izquierda de la foto) al Jefe del Tercio de Extranjeros: TCOL. Millán Terreros, con el sable desenvainado y en correcta posición de firmes, presidiendo el acto de la Jura, así como al Comandante Francisco Franco, sosteniendo con su mano derecha los pliegues de la sagrada enseña de la Patria, para que sobre sus tafetanes depositen el beso los legionarios de nuevo ingreso. Y es el propio Franco, en su ya citada obra “Diario de una Bandera”  el que nos deja  una vibrante a la par que breve, crónica del acto  “ Unos días después, y en el llano del Tarajal, se celebra la Jura de Bandera de los legionarios alistados. A la hora señalada concurren en el llano las tres primeras banderas en organización y formadas en tres extensas filas, presentan las armas al paso de la sagrada Bandera; el teniente coronel les dirige breves palabras y les toma el juramento de fidelidad; a sus frases responden los legionarios con el gorro en alto, jurando morir por La Legión, y besando la sagrada enseña desfilan marciales oficiales y soldados. A los acordes de la Marcha Real se aleja por la carretera la Bandera en que prestaron juramento los soldados; la vemos alejarse con emoción pero sin pena ¡ No es nuestra propia Bandera que aún tenemos que ganar! (4).



Entre los legionarios que en tan señalado día 21 de Octubre de 1920 depositaron su beso sobre la enseña de la Patria, estarían sin duda alguna:  Marcelo Villarreal Gaitán el primero en formar en las filas de La Legión, fallecido de Sargento al escalar los risco escarpados de Malmusi Alto el 23 de Septiembre de 1925, siendo ascendido a Suboficial a título póstumo; Carlos Expresatti de la Vega, quien, en una ya lejana controversia, pretende arrebatarle a Marcelo el honor de ser el primer alistado, Dimitri Ivanof, Domingo Piris Berrocal, Bartolomé Munar, Santiago Garriga Maxfret, que sería condecorado con la Medalla Militar Individual, Baltasar Queija Vega, el primer muerto en combate de La Legión, Otto Preit Weitia, Máximo Sueta Nibacor, José López Díaz, etc. Algunos  de ellos llegarían a Oficiales, dando fe de que era cierto aquello que anunciaban los carteles fundacionales del Tercio: la posibilidad para los más valientes y esforzados de “Hacer honrosamente la carrera de las Armas”. Legionarios como  Máximo Sueta Nibacor, uno de los primeros promovido a Alférez del Tercio (5); Otto Preit Weitia ( o Weftu) que combatió con honor y heroísmo en la Campaña de Marruecos siendo promovido a Alférez y Teniente del Tercio, pasó a Retirado al haberse acogido a la llamada “Ley Azaña” promulgada al advenimiento de La República (Abril de 1931). Al inicio de nuestra Guerra Civil, se volvió a poner el uniforme legionario  tomando parte activa en la campaña, en las filas nacionales y en el transcurso de la cual sería ascendido a Capitán Legionario  con antigüedad de 28 de Marzo de 1937, en cuyo empleo dejaría un muy grato recuerdo en el Tercer Tercio a comienzos de la década de los cuarenta del pasado siglo. A Domingo Piris le tendría reservado el destino y su brillantísimo historial militar el ser el único Legionario de 2ª, que llegaría a alcanzar el grado de Teniente Coronel en el escalafón legionario. Finalmente a Don Bartolomé Munar le cupo el honor de lucir en su uniforme legionario la prestigiosa Cruz de las Rojas Espadas orladas de laureles, que distingue a aquellos que en su Hoja de Servicios y en el apartado “VALOR” llevan anotada la conceptuación de “HEROICO”.

Y siguiendo con la semblanza biográfica del teniente Joaquín Moore de Pedro, semblanza forzosamente breve pues breve fue su vida militar activa. El día 3 de Noviembre marcha con su Bandera al campamento de Uad-Lau, pernoctando en el Rincón de el Medik, reemprendiendo la marcha al alba del siguiente día pasando por Tetuán y vivaqueando en Beni Madam, llegando el día 6 a Uad Lau, donde queda de servicio de campaña. Y en esta situación, destacado en Uad Lau y ejerciendo el cargo de Ayudante de la 1ª Bandera finaliza el año.


Y llegamos ya al año 1921, último en la vida de Joaquín Moore de Pedro. El día 25 de Marzo marcha a Madrid en uso de un breve permiso por “asuntos propios”. El Diario ABC, en su edición del domingo 27 de Marzo de 1921, y en sus “Ecos de Sociedad” nos da cuenta de la llegada de Moore a la capital del Reino: “Procedente de Tetuán y en uso de licencia, ha llegado a Madrid Don Joaquín Moore de Pedro, Barón de Misena, Teniente Ayudante de la Primera Bandera del Tercio de Extranjeros”. El día 4 de Abril se reincorpora  a su destino en el destacamento de Uad Lau. Los días 18 y 19 de Abril asistió con la columna del Coronel Don Alberto Castro Girona a la ocupación de distintas posiciones de singular valor estratégico, regresando a Uad Lau  el día 25 del citado mes de Abril. El 24 de Junio marcha con su Bandera al Zoco el Arbaa, asistiendo los días 25, 27 y 29 del referido mes a la ocupación de Ait el Gab, Selach y Muñoz Crespo, respectivamente, sosteniendo intenso fuego con el enemigo. El día 1º de Julio salió para Ben Karrik, y el 2 para el Fondak de Ain Yedida en misiones de campaña. El día 6, y formando parte de la columna del Sr. Teniente Coronel Don Gregorio Benito Terraza ocupó las lomas inmediatas al Blocao de Crias, sosteniendo violento fuego con los rebeldes cabileños. Los días 11, 16 y 20 de Julio, encuadrada su Bandera en la columna del Excmo. Sr. General de Brigada Don Enrique Marzo Balaguer ( su Coronel Director de la Academia de Infantería el año de su ingreso) asiste a la toma de R´Kaija y Zoco el Jemis, así como a la rectificación de distintas posiciones. El 20 de Julio la Bandera regresa a su destacamento de Robba El Gozal.

 Forzosamente hemos de recordar aquí, con profundo sentimiento los hechos luctuosos, a la par que tristísimos, acaecidos en el devenir histórico de nuestra Patria. Días que llenaron de luto y desazón a millares de hogares españoles.  Durante los días 21, 22 y 23 de Julio de 1921, se produce el llamado “Desastre de Annual” y el consiguiente Derrumbamiento de la Comandancia General de Melilla, estando nuestra Plaza de Soberanía melillense a punto de ser tomada por las hordas de Abd El Krim, dadas las muy escasas fuerzas que en esos momentos la guarnecen. Una voz se alza con fuerza entre el Alto Mando militar ¡Hay que salvar a Melilla! Y como no podía ser de otra manera, entre las fuerzas que van a acudir a la salvación de Melilla, ocupan la vanguardia de honor :Los Regulares y el Tercio de Extranjeros. Sobre las dos de la madrugada del 22 de Julio ( nos dice el Comandante Franco) suena el teléfono de campaña en el campamento de Robba El Gozal (En la Circunscripción Occidental de nuestro antiguo Protectorado).El teniente coronel Millán ordena que una Bandera tiene que salir de inmediato para Tetuán y de allí a Ceuta. Algo muy grave debe estar pasando, piensa el Jefe, cuando nos imprimen la máxima urgencia en el desplazamiento. Le corresponde salir a la Primera Bandera, a cuyo frente se encuentra el Comandante Franco quien, como sabemos, tiene por Ayudante al Teniente Moore de Pedro. Sobre las cuatro de la madrugada se pone en marcha la bandera con muy pocos descansos y que a la salida del sol inclemente haría muy pesado el caminar. Hacen un alto junto a las márgenes de un pequeño río y se autoriza a los legionarios a darse un baño.  A eso de las tres de la tarde se reemprende la marcha para el Fondak, donde llegarían, ya con el cansancio reflejado en los rostros, sobre las once de la noche. La tropa vivaquea y a los pocos momentos duerme tendida en las cunetas. El Comandante Franco seguido de su fiel Ayudante Moore de Pedro, y sus capitanes, comentan en breve tertulia los sucesos que se deben estar desarrollando en Melilla, que requieren nuestra inmediata presencia en la Plaza. Pero hay que seguir, a las tres y media de la madrugada del 23 de Julio, suena insistente el teléfono de campaña, instando a reanudar la marcha. A los legionarios hay que irlos despertando uno por uno, tal es el estado de cansancio en que se encuentran. Reemprendida la macha, sobre las diez de la mañana desfilan nuestros legionarios por las calles de Tetuán. Allí les llega la fatal noticia de que en Melilla ha ocurrido un “Desastre” y que el general Silvestre se ha suicidado. No hay tiempo que perder, la Bandera del Comandante Franco embarca en un trenecito que enlaza Tetuán con Ceuta, que sobre las cuatro de la tarde los deja en la pequeña pero vistosa estación de ferrocarril ceutí de “Las Puertas del Campo”. Desfile hasta el puerto y antes del embarque en el “Ciudad de Cádiz”, les pasa revista el general Sanjurjo. Por fin llega para nuestros soldados el descanso necesario. Apenas en un día y medio, nos dice el Comandante Franco en su obra “Diario de Una Bandera”, los legionarios habían recorrido algo más de cien kilómetros. Magnífico ejemplo del cumplimiento de los Espíritus de “Marcha” y de “Sufrimiento y Dureza” del CREDO LEGIONARIO.

En Ceuta, toma el mando de las banderas legionarias ( la Segunda Bandera se incorpora a la expedición de socorro) el Teniente Coronel Don José Millán Terreros, Primer Jefe del Tercio de Extranjeros. Sobre las ocho de la tarde de ese 23 de Julio el “Ciudad de Cádiz” zarpa rumbo a Melilla. Durante la travesía se reciben varios radios del Alto Comisario que manda “Forzar la marcha todo lo posible” y pregunta ¿Cuándo llegaremos? El capitán del barco dice que vamos a toda marcha  y que las máquinas no se pueden forzar más. Al fin, sobre las dos y media de la tarde del día 24 de Julio, se rebasa el Cabo Tres Forcas, vigía y atalaya milenaria de la antigua Rusadir fenicia. Media hora más tarde arribamos a Melilla. Antes de desembarcar una motora se acerca al barco y sube a bordo un Oficial de Estado Mayor, y tras presentarse al general Sanjurjo, le transmite la orden del Alto Comisario, general Berenguer, para que el Teniente coronel Millán-Astray, se dirija en un breve discurso a la población para levantarle el ánimo, pues se encuentran con la moral muy quebrantada. Acto seguido el teniente coronel Millán, subido a la borda del barco saluda al pueblo de Melilla y en una vibrante alocución los tranquiliza. Les dice que ya están aquí Los Regulares y La Legión dispuestos a morir si preciso fuera en defensa de los melillenses, y que al frente de todas las tropas está el heroico general Sanjurjo que es la mejor y más segura garantía del éxito de la empresa. Las palabras del ilustre jefe, son acogidas por los melillenses con clamorosas ovaciones, los vivas se suceden y el pueblo se desborda en entusiasmo. Una vez desembarcados los legionarios, con la música a la cabeza, desfilan por las calles de la ciudad entre los vítores de la muchedumbre. Un ilustre cronista melillense, que presenció el desfile de las banderas legionarias, mezclado entre la multitud, en ese día 24 de Julio de 1921, nos ha dejado una breve y emocionada crónica que no me resisto en reproducir: “ Pasó primero la tronada de los tambores, las cornetas dibujando ringorrangos de oro en el aire, la bandera, el carnero de largos toisones; luego una riada impetuosa de banderines alzados al pasar ante la tribuna; soldados de rostros duros, feroces, que dan un grito seco como de descarga, y tuercen el cuello en el ¡Vista a la derecha! con garbo eléctrico de una gallardía insolente. Trajes pardos, cuellos abiertos, brazos tatuados, paso resuelto. La Legión pasa como un alud verdoso, y cuando acaban de pasar los legionarios me quedo unos minutos entontecido. ¿Qué ha sido esto? Tengo la sensación de que he visto pasar un huracán”.

Guarnecida la plaza de Melilla con las tropas enviadas desde la Península, así como las que han acudido en su auxilio desde la Circunscripción Occidental de nuestro antiguo Protectorado y reforzadas sus defensas, de inmediato el Mando dispuso la urgente organización de una Columna de socorro y de Reconquista del territorio perdido en esos días finales del mes Julio de 1921. La citada columna, cuya vanguardia va a ocupar el Tercio y los Regulares, estaría mandada por el Excmo. Sr. General de Brigada D. José Sanjurjo Sacanell.  No me es dado el reflejar aquí, dados los límites de este artículo y su glosa principal en la figura del heroico Teniente de Infantería Joaquín Moore de Pedro, que a los órdenes de su Comandante Don Francisco Franco, Jefe de la Primera Bandera del Tercio, sigue desempeñando las importantes funciones de Ayudante, el pormenorizar el itinerario heroico y glorioso de la citada Columna “Sanjurjo”.  El enemigo crecido por su triunfo y perfecto conocedor del terreno va a plantar cara con una energía desconocida a los valientes soldados del ejército español integrados en la citada columna. Pero ahí van, en la vanguardia los legionarios de Millán y Franco, los Regulares de González Tablas, así como otros distinguidos Batallones y Baterías de Artillería, con nuestra  valerosa y abnegada Caballería, que se acababa de cubrir de gloria, cargando hasta la extenuación en el cauce seco del Río Igán, que auxiliados por nuestra Artillería  y nuestros Ingenieros, junto a nuestros sufridos Cuerpos de Intendencia, Sanidad, Brigada Obrera y Topográfica, Compañía de Mar, etc. van a demostrar y hacer patente el más alto grado de heroísmo en esta campaña de Reconquista.



En los días finales del mes de Julio de 1921, la columna “Sanjurjo” se pone en marcha, a la vanguardia, como ya he dicho, la Primera bandera del Tercio de Extranjeros, con su fiel Ayudante el teniente Moore de Pedro, a quien ya la muerte, que siempre se lleva a los mejores, le tenía reservada cita, para tan solo unos meses más tarde en las lomas ásperas de Taxuda-1.  La lista de combates y acciones en las que interviene la citada bandera, nos la ha dejado plasmada en un libro pleno de heroísmo y amor patrio, su jefe el Comandante Franco en su “ Diario de una bandera”.   Y nombres tales como: Ait Aisa, Tiquel Manin, Sidi Amarán, El Atalayón, Sidi Hamed el Hach, el Blocao de Dar Hamed, donde un modesto Legionario de Primera, muerto el teniente Jefe del destacamento, el suboficial y el cabo, toma el mando y con sus quince legionarios de segunda, unidos en fraternal y eterno abrazo con sus hermanos  los 17 soldados de la Brigada Disciplinaria de Melilla, dan  muestras, en un supremo alarde de valor y patriotismo, de cómo se defiende una posición y de cómo se muere por España. Y no quisiera extenderme más, sin salirme del titular de este artículo. En todas estas acciones el teniente Moore de Pedro, en cumplimiento de su importante misión da inequívocas pruebas de un valor sereno y profundo. Sigue la Primera bandera cosechando lauros a costa de dejar sobre el terreno una gran parte de sus valientes legionarios. Y así de nuevo en Tizza, Casabona, Nador, Tahuima, Sebt y Atlaten nos dan cumplida prueba del alto grado de heroísmo de aquellos que un día acudieron al reclamo de unos carteles anunciadores para alistarse en un Cuerpo, llamado a ser grande por heroico, creado a imagen y semejanza de ese genio místico de la guerra, que fue el Teniente Coronel Millán-Astray. (Oficialmente, Millán aún no había adicionado a su primer apellido el “Astray” paterno, pero ya se le conocía con su apellido compuesto de Millán-Astray).

Y henos aquí ya, siquiera sea con la imaginación, en esa trágica mañana del 10 de Octubre de 1921, en la que en la acción de Taxuda-1, cae gravísimamente herido el teniente Moore de Pedro, falleciendo dos días más tarde.  Día glorioso, este 10 de Octubre, según nos dejó escrito el Comandante Franco, y nos confirmó la brillantísima  actuación de la Primera Bandera. Y como he reflejado al principio, la acción consistía en que mientas varias columnas desde la plaza (Melilla) van a intentar escalar el Gurugú, la columna “Sanjurjo” saliendo de Seganga debe cortar el paso al enemigo en Taxuda.

La papeleta que se le presenta a la Primera Bandera es de primer orden. Y en ella cumple un papel importante el  Barón de Misena, teniente Ayudante de la Bandera,  si bien a costa de su propia vida, entregada con generosidad a la Patria,  siguiendo los venerandos principios que le inculcaron en las aulas del imperial alcázar toledano.

De todos cuantos nos honramos en profesar la noble Carrera de las Armas, o bien nos hemos dedicado por afición al estudio de los Reglamentos y la “Doctrina para el Empleo Táctico de las Armas y Servicios” es sabido las importantes misiones que lleva implícitas el cargo de un Ayudante de Batallón ( en este caso de Bandera) en campaña. A las órdenes directas de su jefe de Bandera el Comandante Franco, el teniente Moore de Pedro, en la acción del 10 de Octubre de 1921, para la toma de “Taxuda-1”, se desplaza una y otra vez sorteando el fuego enemigo, para llevar a los escalones inferiores (Capitanes de Compañía y tenientes jefes de sección destacada) las órdenes e instrucciones de su Comandante. Órdenes, en su mayoría verbales, cuando no escritas a lápiz en esas entrañables libretillas de campaña que tan famosas se hicieron en la Campaña de Marruecos y en nuestra Guerra Civil. Y en cumplimiento de su misión, el teniente Moore de Pedro se desplaza sobre los riscos de Taxuda, expuesto al fuego enemigo, tanto de frente como de franco,  con la única misión de hacer llegar cuanto antes las órdenes de su jefe a sus órganos receptores. Y es entonces, cuando en cumplimiento de su esforzada misión, un certero disparo rifeño, le impactó de lleno en la cabeza, produciéndole heridas de tamaña gravedad, que en una larguísima agonía, entregaría su alma a Dios dos días más tarde ( el 12 de Octubre de 1921). Su jefe, el comandante Franco al verle llegar moribundo en la camilla, lo despide con emoción, en un párrafo de su obra ya citada “Diario de una Bandera”:   “En estos momentos cae con la cabeza atravesada mi fiel ayudante. El plomo enemigo le había herido mortalmente; desde la guerrilla dos soldados conducen su cuerpo inanimado, y con dolor veo separarse de mi lado para siempre al fiel y querido Barón de Misena”.

NOTAS

1.        Denomino a la acción del día 10 de Octubre de 1921, en que fue herido gravísimo (falleciendo dos días más tarde) el teniente JOAQUÍN MOORE DE PEDRO, como “TAXUDA-1”, pues poco tiempo después, y casi en los mismos escenarios, tuvo lugar la acción “TAXUDA-2”.
2.        El singular afecto que el Comandante Franco profesaba al Teniente Moore de Pedro, al margen de ser un brillantísimo oficial, y el profundo sentimiento que le produjo su muerte heroica en campaña,  pudiera ser por el hecho de ser ambos de “la misma quinta”, toda vez que los dos nacieron el año 1892: Moore el 29 de Octubre y Franco el 4 de Diciembre.
3.        Las tres Banderas Legionarias que formaron para el solemne acto de la Jura, el 21 de Octubre de 1920, en los aledaños del cauce seco del Río Tarajal , bajo el mando superior del TCOL. Jefe del Tercio Don José Millán Terreros, estaban mandadas respectivamente por los Comandantes : Don Francisco Franco Bahamonde (la 1ª), Don Fernando Cirujeda Gayoso (la 2ª) y Don José Candeira Sestelo ( la 3ª)
4.        La Bandera Nacional le sería entregada al TERCIO en Dar-Riffien, el día 5 de Octubre de 1927, en una solemne ceremonia presidida por los Reyes de España y siendo madrina de la Enseña S.M. La Reina Doña Victoria Eugenia.
5.        Acompañan al Alférez Don Máximo Sueta Nibacor, en esta primera nómina de Alféreces del Tercio procedentes de Legionarios de 2ª: Don Julián Patón Medina, Don Andrés Fuentes Jiménez, Don Carlos Tiede Zedem, Don Conrado Jimeno Castillo y Don Juan González Munné. Todos ellos ascendidos con antigüedad de 16 de Junio de 1924.
6.        El tributo de sangre pagado por La Legión en la acción de “TAXUDA-1”, el 10 de Octubre de 1921, se cifró en  25 muertos y 91 heridos. Entre los oficiales fallecidos se encontraban el Capitán Don Eduardo Covo  Gómez, y los tenientes Don Antonio Rodrigo Cifuentes y Don Joaquín Moore de Pedro (fallecería el día 12), y herido el teniente Perez Mercader.



JAIME SAMANIEGO Y MARTÍNEZ-FORTÚN, PRIMER CABALLERO LAUREADO DE LAS FUERZAS REGULARES

Antes de finalizar el año 2018, no hay que dejar pasar el recuerdo a D. Jaime Samaniego y Martínez-Fortún, Teniente de Caballería destinado...