miércoles, 25 de julio de 2018

LA MUERTE DEL TENIENTE CORONEL SANTIAGO GONZÁLEZ TABLAS Y GARCÍA HERREROS, JEFE DE REGULARES

Ayer miércoles, día 25 de Julio, se celebró la festividad del Apóstol Santiago, Santo Patrón de España; y una vez concluido dicho día queríamos rendir homenaje a un héroe patrio fallecido en acto de servicio y de nombre Santiago González-Tablas y García-Herreros.



Con la intención de aportar algo diferente a ya escrito, en las siguientes líneas recogeremos lo publicado en el diario ABC el día 14 de mayo de 1922 al conocerse la muerte de tan insigne militar. Queremos indicar que las fotografías no aparecían en el original del periódico, sólo el texto.

"FALLECIMIENTO DE GONZÁLEZ TABLAS"

"En los centros oficiales se dió al mediodía de ayer la noticia del fallecimiento del teniente coronel de las fuerzas Regulares indígenas de Ceuta, número 3, D. Santiago González Tablas, a consecuencia de las heridas que sufría.

Al tener noticia S.M. el Rey de la muerte del teniente coronel González Tablas llamó a un hermano suyo, que es comandante de Alabarderos, y le hizo presente su más sincero pésame por la irreparable desgracia.

--------------------

Tetuan 13. 4 tarde. (Por radiotelegrafía oficial). Ayer fue tomado Tazarut, formando las fuerzas de choque la columna de Serrano. A las diez de la mañana, en un momento durísimo de combate, el teniente coronel de Regulares de Ceuta, D. Santiago González Tablas, recibió un balazo en el vientre. Evacuado de la posición de Amán, operóle el Dr. Gómez Ulla, encontrándole destrozado el bazo y perforado el estómago. El herido no recobró el conocimiento, siendo inútiles cuantos esfuerzos se realizaron y falleciendo a las nueve de la mañana de hoy. El comisario superior ordenó el traslado urgente del cadáver al campamento general del Zoco El Jemis, para rendir al héroe de los Regulares los honores merecidos a tan incomparable historia militar.

A las doce en punto llegó al Zoco el cadáver, que fué recibido por las fuerzas del campamento, todos los jefes y oficiales y por los generales Berenguer, Manzano, Marzo y Correa. El momento fué de indescriptible emoción. Mientras caía una fuerte lluvia, el coronel jefe de Estado Mayor, Gómez Jordana, situándose a la derecha del cadáver, colocado en una camilla sobre dos mesas, leyó, con intensa emoción la siguiente orden general:

"Ejército de operaciones: Señores generales, jefes, oficiales y tropas: En la operación de ayer murió gloriosamente el teniente coronel, jefe del grupo de Regulares de Ceuta, D. Santiago González Tablas. Todos conocéis la brillante actuación de este jefe modelo, que en este territorio y en el de Melilla contribuyó poderosamente, con su brillantísimo y bizarro comportamiento, al éxito alcanzado.

España, el Ejército y cuantos con él hemos compartido la ardua labor que nos está confiada, le debemos admiración y gratitud. 

Yo, por mi parte, emocionadísimo en estos momentos por la pérdida del jefe insustituible y el amigo leal y entrañable, no encuentro palabras para hacer pública mi pena en toda la intensidad.

Pidamos todos a Dios por el que en estas horas se encuentra en lugar preferente, reservado a los que mueren luchando por la Patria. Reciban en estos momentos público homenaje de pésame y admiración los valientes de ese grupo de Regulares, leales siempre y bizarros siempre también, como su malogrado e inolvidable jefe que, a las órdenes de éste, supieron cumplir como buenos como seguirán haciéndolo siempre en todo momento.- Alto comisario, Berenguer."

Acto seguido, el alto comisario se adelantó, y poniéndose junto al cadáver, con voz velada por las lágrimas, dijo, poniendo la mano sobre su pecho:

- En el combate de ayer caíste gloriosamente cuando, una vez más, dabas ejemplo de alto espíritu militar, cumpliendo valerosamente frente al enemigo. España, el Ejército y los Regulares de Ceuta pierden a un jefe de incomparables dotes. En nombre del Rey, por vuestros altos merecimientos, os concedo la medallas militar, seguro de que se sentirá honrada eta insignia al verse sobre vuestro pecho, y la Orden enaltecida al contaros entre sus caballeros.

Acto seguido descubrió la cara del cadáver, depositando un beso sobre su frente, entre la indescriptible emoción y el llanto de los presentes.

Las fuerzas, comenzando por los Regulares de Ceuta, compuesta por los bravos moros que combaten  nuestro lado, desfilaron ante el cadáver a los acordes del pasodoble Los voluntarios. El sentimiento producido en el Ejército de operaciones por la muerte de González Tablas ha puesto la nota triste al contento general por el brillante éxito alcanzado ayer con la toma de Tazarut y con ello el vencimiento de la campaña.

El cadáver fué trasladado a Ceuta en un armón de Artillería.

Acompañábale, en representación del comisario superior, un ayudante de éste.

Los periodistas que siguen las operaciones, no pudiendo rendir otro tributo al heroico González Tablas, han pedido al comisario superior autorización para transmitir, por la radiotelegrafía oficial, a sus periódicos esta triste nueva, que seguramente ha de conmover a España entera.

(Firman este despacho todos los periodistas.)

--------------------

Todo en Santiago González Tablas era simpatía. Su figura, sus ademanes, su modestia. González Tablas era, ante todo y sobre todo, un caballero, militar disciplinado y enamorado de su carrera como nadie. Hablaba el árabe casi con absoluta perfección. Delgado, alto, joven y fuerte, contaba cuarenta y tres años de edad y era teniente coronel desde 1919.

Salió de la Academia en 1894, y pronto supo demostrar sus entusiasmos y honrar el glorioso uniforme del Arma de Infantería. Siendo comandante, marchó a Ceuta a mandar un tábor de Regulares indígenas. Allí ganó la cruz laureada de San Fernando en la brillante acción de Rauda. Ascendido por méritos de guerra a teniente coronel, nadie como él para mandar a los bravos Regulares indígenas, y desde entonces, al frente del grupo número 3, se fué cubriendo de laureles.

Dos amigos, los Tenientes Coroneles Millán Astray y González Tablas,
Jefes del Tercio y Regulares de Ceuta respectivamente
Compañero de Academia del bravo jefe del Tercio de  Voluntarios, y amigo de siempre de Millán Astray, juntos marcharon a Melilla cuando ocurrieron los tristes sucesos de Julio. Entonces era para González Tablas el momento más difícil de su carrera. Compuesto el grupo que mandaba de indígenas, casi todos ellos reclutados en las cabilas de Quebdana y de Frajana, entonces sublevadas, todo el mundo dudaba del comportamiento de los Regulares de Tablas. Todo el mundo menos él. Los indígenas le adoraban, y detrás de él fueron a pelear contra sus mismas cabilas, contra sus mismas familias. El día 8 de Septiembre, en el asalto a Casabona, González Tablas cayó gravemente herido, y entonces se vió el fanatismo que por él sentían sus soldados. Por la sala del hospital en que se hallaba asistido, desfilaron todos, indígenas y europeos. Todos entraban a besar las manos de su valeroso jefe.

La Duquesa de la Victoria y el Dr. Noguera atendiendo al
Teniente Coronel González Tablas de su herida en la acción de Casabona
 Repùesto de las graves heridas marchó a Ceuta a tomar otra vez el mando de sus Regulares, y ahora, cuando la campaña en aquella zona se puede considerar virtualmente y brillantemente terminada, el día último de lucha, cuando pocos momentos después hubiera podido disfrutar de la gloria que dignamente había ganado, en la toma de Tazarut cae mortalmente herido de tres balazos.

Con la muerte de González Tablas se malogra una de las figuras más brillantes de nuestro Ejército. Al caer González Tablas pierde España uno de sus más preclaros defensores; las fuerzas indígenas, un valiente jefe, y todos, a un patriota insigne y a un modelo de caballeros y de cristianos.

Descanse en paz el valeroso soldado a quien España debe gratitud imborrable.

LA NOTICIA EN PAMPLONA

Pamplona 13. 6 tarde. La noticia de la muerte del ilustre pamplonés el heroico teniente coronel Sr. González Tablas, ha causado aquí general sentimiento.

Infinidad de personas pertenecientes a todas las clases sociales han testimoniado su pésame a la hermana del pundonoroso jefe de las fuerzas Regulares de Ceuta, esposa del alcalde de esta ciudad.

MANIFESTACIONES DE PÉSAME

Sanlúcar 13. 11 noche. Por el domicilio de doña Concepción González Tablas, esposa del concejal de este Ayuntamiento don Tomás Barbadillo, han desfilado las autoridades y muchas y significadas personalidades, para testimoniar a dicha señora su más sentido pésame por la muerte de su hermano el heroico teniente coronel, jefe de los Regulares de Ceuta."

¡¡HONOR Y GLORIA A LOS QUE DIERON SU VIDA POR ESPAÑA!!

¡¡SANTIAGO Y CIERRA ESPAÑA!!

sábado, 21 de julio de 2018

EL MAYOR HÉROE DE LA LEGIÓN, CAPITÁN PABLO ARREDONDO ACUÑA

La Legión Española, fundada como Tercio de Extranjeros en el año 1920 ha sido desde ese momento la unidad más laureada del Ejército Español, habiéndose hecho acreedora de siete Corbatas Laureadas de la Real y Militar Orden de San Fernando y de veintidós Corbatas de la Medalla Militar, las más importantes condecoraciones que se conceden como premio al valor heroico y/o muy distinguido demostrado por los receptores. Además, a sus oficiales, suboficiales y caballeros legionarios se les han concedido veintidós Cruces Laureadas de San Fernando y doscientas once Medallas Militares Individuales.

Capitán D. Pablo Arredondo Acuña con su primera
Cruz Laureada de San Fernando en el pecho

D. Pablo Arredondo Acuña, en su carrera militar se hizo acreedor de dos Cruces Laureadas de San Fernando - hecho sólo alcanzado en su época por otros cuatro militares - además de una Medalla Militar Individual y un ascenso póstumo a Comandante por méritos de guerra. En su hoja de servicios se recogen su participación en más de cincuenta acciones de combate y diez heridas de guerra. En las siguientes líneas vamos a conocer su vida.

Nació nuestro héroe en la histórica ciudad jiennense de Baeza el 8 de enero de 1890, en el seno de una familia de amplia tradición militar, originaria de Torreperogil que se estableció en Baeza en 1887 al casar su padre, el Teniente Coronel de Infantería D. Pablo Arredondo y Muñoz-Cobo con Dª. Rosario de Acuña y Martínez de Pinillos, hija de D. Cristóbal de Acuña Solís, alcalde de la ciudad.

Según pleito de hidalguía conservado en la Real Chancillería de Granada, sus raíces castrenses se remontaban hasta D. Lope García de Arredondo, quien tomó parte en la conquista de Baza junto a los Reyes Católicos. Militar fueron su bisabuelo, que sirvió en el Regimiento de Dragones de la Reina, sus tíos, su padre e incluso sus cinco hermanos, todos estos últimos muertos cumpliendo su deber militar. Hoy día, el apellido Arredondo sigue sirviendo en nuestras Fuerzas Armadas, honrando a España y a sus antepasados.

El 13 de abril de 1899 el pequeño Pablo recibió un fuerte golpe anímico, en Sevilla moría su padre debido a lo quebrantada que había quedado su salud tras su participación en la Guerra de los Diez Años en Cuba. 


Alcázar de Toledo, lugar donde se ubicaba la
Academia de Infantería (c. 1880)
El 31 de agosto de 1908, siguiendo los pasos de su difunto padre, ingresa en la Academia de Infantería de Toledo, donde tras cursar los tres años reglamentarios salió en el verano de 1911 como Segundo Teniente y destino al Batallón de Cazadores de Barbastro nº 4, de guarnición en Alcalá de Henares. Desde 1909 se combatía por establecer un Protectorado español en Marruecos, necesitando el Ejército de ir rotando en el territorio a distintas unidades . Así, el 9 de mayo de 1913 embarca en Algeciras con destino a Ceuta junto a su nueva unidad, el Batallón de Cazadores de Arapiles nº 9, a la que se había incorporado en mayo de 1912. Nada más llegar y tratándose de un cuerpo de primera línea, comienza a participar en enfrentamientos con los rifeños, siendo su bautismo de fuego en ese mismo mes, era una simple escaramuza, pero no tardaría en llegar su primer enfrentamiento serio.

Era la tarde del 11 de junio de 1913. Al Batallón de Cazadores de Arapiles se le da la orden de ocupar una posición para apoyar el repliegue desde Laucien hasta Tetuán de la columna mandada por el General D. Miguel Primo de Rivera. El Arapiles, mandado por el Teniente Coronel D. Alfredo de Castro Otaño, ocupa unas alturas para mejor proteger el repliegue de la columna. Inmediatamente se vieron atacados por gran número de enemigos de las harcas del Raisuni que volcaban toda su potencia sobre las tropas en repliegue. Durante un buen rato, los cazadores de Arapiles opusieron fuerte resistencia para dar tiempo al repliegue de la columna, pero llegó un momento que prácticamente se vieron rodeados por un enemigo que gritaba desaforadamente para minar la moral de los españoles, por lo cual, el Tte. Coronel Castro, ya avanzada la tarde, ordenó el repliegue de la unidad.


Empezó con orden, por escalones que se apoyaban sucesivamente, pero cuando las sombras del anochecer empezaron a dificultar la visibilidad, el enemigo, aprovechando su perfecto conocimiento del terreno, se movió muy ágilmente, desorientando a la reacción española. Por la izquierda del despliegue se bate el Teniente Arredondo. Cumpliendo la orden de repliegue, acaba de abandonar un grupo de rocas desde donde ha mantenido a raya al enemigo. Apenas se han alejado unos cien metros, cuando los moros, dueños ahora de las rocas, desencadenan un fuego mortífero que no sólo les alcanza a ellos, sino que bate a las otras secciones en movimiento. Las bajas crecen de modo alarmante. Arredondo quiere contrarrestar el efecto que los heridos producen en sus compañeros y grita: "iMuchachos! ¡Tenemos que volver! ¡Echarlos de las rocas! ¡Adelante, cazadores! iA por ellos!"

La reacción es instantánea, los soldados corren tras su oficial, quien, sable en mano, se lanza a desalojar al enemigo. La lucha al arma blanca es tremenda, pues los moros se protegen entre las rocas y hay que sacarlos de su escondite. El Teniente Arredondo lucha a mandobles con tres rifeños que le rodean, derribando de un certero golpe a uno de ellos. Los otros, asustados por el valor de aquel hombre que lucha como un coloso, huyen precipitadamente. Uno de sus hombres descubre entonces que el Teniente está herido en la ingle, manando abundantemente sangre y así se lo hace saber. "¡Calla! -le dice- ¡No es más que una pedrada", y volviéndose hacia sus hombres, tremolando el sable ensangrentado, exclama: "¡Otro empujón y no volverán más a estas piedras!", al tiempo que nuevamente corre al frente de su Sección y vuelve a cargar con el mismo empuje. Su asistente, asustado, le vuelve a decir a su Teniente que la herida que tiene en la ingle no es una pedrada sino una herida de bala, a lo que el Teniente replica: "No digas disparates, y no hables con nadie de mi herida. Ya lo sabes, no es más que una pedrada. Aguanto bien y no es momento de pararse a curar un pacazo sin importancia".

Por tercera vez vuelve con sus hombres a desalojar al enemigo que hostiga sin tregua a las tropas en retirada. El valor de sus oficiales no solo estimula, sino que enorgullece a los soldados y, contagiados de su valor, cada uno es un héroe que lucha sin regateos. Es así, con enérgicas reacciones, como el Batallón de Arapiles pudo seguir su camino a Tetuán. Cuarenta bajas ha tenido la unidad, entre ellas la herida de pronóstico grave del Teniente Arredondo, quien regresó cojeando y con uno de sus hombres cargado a hombros. Por esta acción recibió la Cruz de primera clase de la Real y Militar Orden de San Fernando (1) - esta condecoración se igualó a partir de 1925 con la Cruz Laureada de 2ª clase de la misma Orden -.

Sin haberse repuesto del todo de tan complicada herida que le hizo perder un riñón, y ascendido a Primer Teniente por antigüedad,  en abril de 1914 se incorporó al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla, de guarnición en Tetuán. Con dicha unidad tomó parte en ocho acciones de combate, mereciendo ser citado como Distinguido en la Orden del Cuerpo y recompensado con la Cruz del Mérito Militar con Distintivo Rojo, lo que acrecentó su fama de oficial valiente y sacrificado.


Tercio de Extranjeros fundado en septiembre de 1920 (c. 1921)
De agosto a diciembre de 1916, debido a las nuevas heridas recibidas y las molestias que las antiguas le causaban, pasa a situación de "reemplazo por herido" a la 2ª Región Militar. A finales de 1916 ascendió a Capitán y regresó a la península, donde pasó por varios destinos hasta que el Teniente Coronel Millán-Astray le envió una carta para que se incorporase a la 1ª Compañía de la I Bandera del recién creado Tercio de Extranjeros. En su misiva literalmente le dijo: "Arredondo, necesito tu entusiasmo. Te prometo sufrimientos sin fin, estar en primera línea de combate, probablemente la muerte, y también la gloria, si eres capaz de merecerla". El 1 de octubre de 1920 ya estaba incorporado al Tercio en el acuartelamiento "García Aldave" de Ceuta.

Los siguientes meses los pasará dedicado a la organización e instrucción de su compañía, tarea que no debió de ser nada fácil si tenemos en cuenta la calidad de los primeros contingentes que se incorporaron al Tercio: delincuentes, ex presidiarios y aventureros de varias nacionalidades que buscaban una nueva vida, y a los que había que convertir en una unidad eficiente y disciplinada capaz de operar siempre en los puestos de mayor peligro.

A partir del 18 de abril de 1921 comenzó a operar con las columnas de los Generales Castro Girona y Sanjurjo, con las que, pese a no serle asignada la vanguardia que Millán-Astray reclamaba reiteradamente, recibió su auténtico bautismo de fuego el 25 de junio durante la ocupación de la posición de Ait Gaba. Tras cuatro días de intensos combates, en la operación "Muñoz Crespo" es nuevamente herido cuando avanzaba al frente de su Compañía junto al resto del Tercio para desalojar a los rifeños de sus posiciones. En un brutal contraataque, los marroquíes frenan el intento de desalojo y con certeros disparos sobre los oficiales paralizan el avance español. El Capitán Arredondo herido en ambas piernas dirige a sus hombres gritando las órdenes desde el suelo bajo el fuego enemigo.

Al ser evacuado horas después y debido a la gravedad de sus heridas fue trasladado a Madrid, donde tras ser intervenido quirúrgicamente parecía que había finalizado en el servicio activo la vida militar de nuestro héroe, ya que le fue recomendado el pase al Cuerpo de Inválidos. Para poder caminar necesitó el resto de su vida un incómodo aparato ortopédico e incluso pudo disimular su cojera.

Empeñado en volver al Tercio pasó los siguientes años luchando en las oficinas del Ministerio de la Guerra y en los tribunales médicos, para ser readmitido al servicio activo; incluso, S.M. el Rey D. Alfonso XIII se comprometió a ayudarlo tras haberlo recibido en audiencia el día 27 de marzo de 1923.


Teniente Coronel Jefe del Tercio de Extranjeros
Tras este calvario, por fin el 23 de julio de 1924 se reincorpora al Tercio, lo cual había sido y era su mayor deseo. Inmediatamente comenzó a participar en acciones de combate, y volvió a la dura y placentera vida del legionario: dolor, heridas, hambre, sed, combates, honor y gloria. Quizás previendo su muerte, al mes siguiente, en agosto, dejó escrito su testamento:

" Lego a mi ahijado Pablo la Cruz de San Fernando que lleve en mi uniforme al morir, y sepa cumplir con la Patria. 

Lego a mi sobrino Pablo, hijo de mi hermano Luis, mi uniforme ensangrentado con el mismo fin. Encargo a mis hermanos Juan y Luis, hagan un ligero resumen de mi vida militar y muerte por la Patria, para que se lo lean con frecuencia a sus hijos, para que sirviéndoles de ejemplo, lo sigan y sean hijos amantísimos de España, como yo siempre lo fui".

Continuó combatiendo en diversas acciones rodeado de sus legionarios, hasta el día 19 de noviembre de 1924, cuando al mando de su 1ª Compañia con la que protegía la evacuación del campamento de Xauen bajo un violento temporal de agua y viento, es herido, permaneciendo en su puesto animando a sus legionarios mientras cubre la retirada del resto de la I y VI Banderas y los Regulares de Ceuta. Otro disparo le alcanza en el pecho, produciéndole una gravísima herida. Cuando es evacuado en una camilla al puesto de socorro, recibe un nuevo disparo en la cabeza que le causa la muerte instantánea. La gravedad de la situación hace que no pueda recuperarse su cuerpo, que es abandonado al enemigo.

Caballeros Legionarios atacando una posición rifeña
Póstumamente y por sus méritos en combate recibirá el ascenso a Comandante (2), la Medalla Militar Individual (3) y su segunda Cruz Laureada de San Fernando (4). Igualmente, en 1925 el Ayuntamiento de Torreperogil solicitó al Rey que le fuera concedido a su madre y en memoria de nuestro héroe el Marquesado de Arredondo, pero queda sin materializarse dicha propuesta.

Además de las condecoraciones anteriormente relacionadas, durante su carrera militar recibió la Medalla de Sufrimientos por la Patria, la Medalla Individual de Marruecos con pasador de Tetuán y distintivo de herido, y la de los Centenarios de los Sitios de Zaragoza y Gerona.

Fallecido soltero a los 34 años, sí sabemos que estaba comprometido con Dª. Luisa San Teodoro y Linares, vecina de Madrid, y a la cual dejó bajo el amparo familiar de los Arredondo como si de la viuda se tratara, ya que consignó para ella en su testamento una pensión vitalicia mensual de 150 pesetas pagaderas desde el mes siguiente a su muerte.

(1) CONCESIÓN CRUZ DE SAN FERNANDO DE 1ª CLASE
(2) ASCENSO A COMANDANTE POR MÉRITOS DE GUERRA
(3) CONCESIÓN MEDALLA MILITAR INDIVIDUAL
(4) CONCESIÓN CRUZ LAUREADA DE SAN FERNANDO

Bibliografía: 
Memorial de Infantería, Ministerio de Defensa de España
Blog del General Dávila 



viernes, 13 de julio de 2018

CRUZ LAUREADA COLECTIVA PARA LA LEGION

Tras un tiempo sin publicar nada, volvemos con una noticia rescatada de la web "El Confidencial Digital" referente a la posibilidad de conceder a nuestra gloriosa Legión Española la Corbata de la Real y Militar Orden de San Fernando. Dicha condecoración se otorgaría a la unidad al completo, y en base a un expediente abierto hace casi 90 años y que por diversos avatares se quedó durmiendo el sueño de los justos, en este caso, injustamente. 
Por tanto, como verdaderos merecedores de este gran honor ganado a sangre y fuego desde el primer día, proponemos difundir esta noticia, y por supuesto apoyar la concesión de dicha condecoración. Se puede apoyar a través de una petición creada en change.org (FIRMA LA PETICIÓN), y a través de las redes sociales con el siguiente hashtag #LaureadaLegion 
Pasamos por ello a transcribir lo dicho en el artículo publicado en dicho medio, el día 10 de febrero del presente año.


La Laureada para la Legión lleva dos años bloqueada por Defensa

La Asamblea de la Real Orden de San Fernando aprobó en 2015 un dictamen positivo, pero el ministerio no ha elevado el real decreto al Consejo de Ministros.

La Legión, una de las unidades más carismáticas de las Fuerzas Armadas españolas, está a punto de cumplir cien años. Nació en 1920, para combatir en la Guerra del Rif, en Marruecos, donde sus primeros integrantes protagonizaron acciones que fueron considerados merecedoras de la máxima condecoración militar, la Laureada de San Fernando. Sin embargo, obstáculos y demoras burocráticas siguen frenando la concesión de esta medalla.

El teniente coronel, y antiguo caballero legionario, José Pérez Recena estaba promoviendo una campaña de recogida de firmas para solicitar al Ministerio de Defensa que reactivara y finalizara los trámites para distinguir a la Legión con una Laureada de San Fernando colectiva para toda la unidad.
No se trataba de iniciar de cero un expediente para dirimir si la Legión había realizado actos que merecieran ser reconocidos como “acciones excepcionales o extraordinarias, individuales o colectivas, siempre en servicio y beneficio de España”, tal y como establece el reglamento de la Real y Militar Orden de San Fernando.
Y es que ya en 1928 -ocho años después de la fundación del Tercio- se inició el llamado juicio contradictorio para esclarecer si la Legión en su conjunto merecía, por distintas acciones de guerra destacadas en la campaña de Marruecos, la Laureada de San Fernando, máxima condecoración militar en España, creada en 1911 por las Cortes de Cádiz.
Diversos avatares y finalmente la Guerra Civil impidieron que ningún gobierno llegara a aprobar de forma definitiva la concesión de la Laureada. 

Petición: que tomen ya una resolución 

El Confidencial Digital ha podido saber que, a principios de este mes de febrero, el teniente coronel en la reserva Pérez Recena remitió una carta a la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, interesándose por el estado de los trámites para aprobar la condecoración.
Se trata de la tercera carta que remite al ministro de Defensa -ahora Cospedal, pero antes Pedro Morenés- preguntando por este asunto, ya que sólo falta por cumplir el último trámite: que el Ministerio de Defensa eleve la propuesta al Consejo de Ministros, que este resuelva su aprobación por real decreto, y que el real decreto de concesión de la Laureada de San Fernando sea firmado por el rey Felipe VI y publicado en el Boletín Oficial del Estado.
Recena, y otros militares interesados en la recuperación del proceso de concesión de esta medalla a la Legión, se muestran extrañados por los retrasos que se están acumulando en este asunto. Y es que  la Asamblea de la Orden de San Fernando había ya aprobado el dictamen positivo sobre esta propuesta de Laureada en septiembre de 2015.

“Carácter de urgente”

Han pasado más de dos años desde que la propia Orden de San Fernando se expresó a favor de conceder la medalla a la Legión. Fuentes consultadas por ECDapuntan que el reglamento vigente de la Real y Militar Orden de San Fernando (aprobado por Real decreto 899/2001, de 27 de julio, y recogido en el BOE número 194, de 14 de agosto) establece que el Consejo de Ministros, previa deliberación, puede adoptar dos resoluciones: bien devolver el expediente al Ministerio de Defensa, “si considera que no han quedado suficientemente esclarecidos los hechos, o que procede el archivo del expediente, o la concesión de otra recompensa distinta”; o bien proponer al rey (soberano de la orden) la concesión de la Laureada por real decreto.
En todo caso, “el plazo máximo para dictar la resolución, contado a partir de la orden de incoación, será de seis meses. En su tramitación, el procedimiento tendrá carácter de urgente y gozará de preferencia en el despacho de cualquier otro asunto”. Por este motivo, el teniente coronel Pérez Recena, y otros militares de alto rango consultados por ECD se extrañan de que hayan pasado dos años y no se sepa nada de la Laureada.
El Confidencial Digital ha contactado con el Ministerio de Defensa para conocer la situación del expediente, y para saber si existía algún motivo que hubiera retrasado al Gobierno para adoptar una resolución, bien concediéndola o bien rechazándola. Al cierre de esta edición no había recibido respuesta alguna de Defensa.

Sin noticias durante dos años

Entre la aprobación del dictamen positivo por la Asamblea de la Real y Militar Orden de San Fernando, en septiembre de 2015, y el actual febrero de 2018, el teniente coronel Pérez Recena principalmente ha tratado de informarse de por qué el dictamen no llegaba al Consejo de Ministros.
Durante los largos meses de 2016 en que el Gobierno del PP estuvo en funciones por la repetición de las elecciones generales, los impulsores de la Laureada a la Legión no insistieron demasiado en el tema: el Consejo de Ministros sólo despachaba asuntos ordinarios y apenas tomaba decisiones de algún calado político.
Eso sí, el teniente coronel lo comentó con el secretario general técnico del Ministerio de Defensa, cuando este alto cargo visitó a la Legión en Ceuta y ambos coincidieron. Recena le abordó y le entregó un sobre con documentación para recordar que el asunto estaba pendiente de la aprobación final.
Una vez que Mariano Rajoy fue investido de nuevo presidente, en octubre de 2016, Recena volvió a la carga. Escribió una carta a María Dolores de Cospedal, recién nombrada ministra, solicitando una audiencia para, en persona, poder interesarse por el estado del expediente que ya estaba en Defensa.

De Morenés a Cospedal

El gran maestre de la Orden de San Fernando había remitido el expediente en septiembre de 2015, tras recibir el visto bueno de la asamblea. Es decir, el expediente llegó en la época de Pedro Morenés, y cuando Cospedal tomó las riendas del departamento el teniente coronel quiso darle un nuevo impulso.
No hubo respuesta a esa carta, por lo Pérez Recena insistió con otra misiva en febrero de 2017. Tampoco Defensa dio respuesta, pero sí le llamaron de la Orden de San Fernando: se mostraban extrañados porque el ministerio les hubiera derivado su última carta, puesto que ellos ya habían cumplido los trámites que les correspondían estudiando el caso y aprobando el dictamen positivo.
Un año después, y como ya se ha dicho antes, el teniente coronel ha vuelto a escribir una carta a Cospedal para saber qué ocurre con la Laureada a la Legión. Y está dispuesto a emprender nuevas iniciativas para presionar a Defensa y que tome una resolución sobre esta la medalla. En todo caso, asegura que no va a abandonar su empeño por que se concluya el expediente que se inició en 1928, y espera que se resuelva antes de 2020, cuando se cumplirán cien años de la fundación del Tercio de la Legión.

Contactos de altos mandos

El Confidencial Digital ha podido consultar a otros altos mandos del Ejército de Tierra en la reserva que también se han interesado por este asunto. Aseguran que, a través de sus contactos, han conseguido que en el Ministerio de Defensa se haya originado cierto movimiento para conocer qué ha ocurrido con el expediente, que durante dos años ha estado completamente olvidado.
Además, muestran un optimismo cauto de que este nuevo impulso pueda llegar a buen puerto: apuntan que, actualmente, en los puestos de máxima responsabilidad de las Fuerzas Armadas hay militares que conocen la Legión por su experiencia y que pueden tener cierta simpatía por este empeño.
Sin ir más lejos, el Jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), el general de Ejército Francisco Javier Varela Salas, pasó por la Bandera de Operaciones Especiales de la Legión, y entre 2009 y 2011 fue general jefe de la Brigada de la Legión “Rey Alfonso XIII”. Confían en que, si estos altos mandos se implican, se dé el empujón definitivo para que Defensa eleve la propuesta a la Comisión de Secretarios de Estado y Subsecretarios, de ahí pase al Consejo de Ministros y se apruebe definitivamente la Laureada.

Acciones heroicas que salvaron Melilla

Las acciones de guerra concretas por las que ahora se solicita condecorar a la Legión sucedieron entre 1921 y 1925.
España acababa de sufrir el desastre de Annual, y las recién creadas por José Millán Astray banderas de la Legión se distinguieron por su valor y arrojo en los combates, llegando a perder en ocasiones hasta la mitad de los efectivos de alguna bandera. Entre otros logros, consiguió evitar que los rifeños llegaran a amenazar seriamente la ciudad de Melilla. Casabona, Sebt y Ulad Dau, Taxuda, Ambar, Tizzi Azza, Kobba Darsa, Kudia Tahar... son nombres de lugares donde tuvieron lugar algunas de estas acciones memorables para la Legión.
Durante el juicio contradictorio, el juez llamó a declarar a un gran número de testigos -legionarios, otros militares españoles, rifeños, marroquíes-, que detallaron lo que vieron en los combates en los que destacaron los legionarios. El juez concluyó que habían actuado con extraordinario valor y disciplina, y que habían sufrido más de 2.000 muertos y 6.000 heridos, lo que suponía más de un tercio de bajas respecto del total.
Con la Guerra Civil el expediente se perdió presuntamente. En 2012, José Pérez Recena, al preparar unas conferencias sobre la participación de la Legión en la campaña del Rif en los años 20, comenzó a indagar acerca de este expediente. También colaboraron otros militares como el general de Brigada Carlos Blond Álvarez del Manzano.

Una carta a Felipe VI

Tras iniciar una campaña de recogida de firmas, en octubre de 2014 Recena consiguió hacer llegar una carta al rey Felipe VI durante la recepción de los Premios Princesa de Asturias, en el Hotel Reconquista de Oviedo. Le explicaba sucintamente el tema y le pedía que, como soberano de la Orden de San Fernando, impulsara la reapertura del expediente.
Zarzuela remitió el asunto al Ministerio de Defensa, que derivó la cuestión a la Real y Militar Orden de San Fernando. La primera respuesta de la orden fue que no se había podido encontrar ese expediente sobre la Laureada a la Legión iniciado en 1928.
Pero un mayor empeño por parte de la orden dio resultado. En distintos archivos militares fueron apareciendo desperdigados documentos del expediente: por ejemplo, declaraciones de testigos llamados por el juez que lo instruyó.
Se llegaron a recopilar más de 200 documentos, fechados entre noviembre de 1928 y junio de 1936. Con todo ello, la Orden de San Fernando estudió de nuevo el caso y emitió su dictamen positivo de septiembre de 2015. Además, durante ese proceso Felipe VI se interesó por el estado del expediente de la Laureada a la Legión durante una visita a la sede de la Real y Militar Orden de San Fernando.
Ahora Pérez Recena y otros militares interesados esperan que se adopte pronto una resolución. Son conscientes de que quizá haya reticencias por parte de Defensa a abordar un asunto espinoso, ya que admiten que “la Legión es un cuerpo muy admirado pero también tiene detractores”.
En todo caso, esperan que se conceda la Laureada de San Fernando colectiva a tiempo para el centenario de la Legión Española, en 2020.

JAIME SAMANIEGO Y MARTÍNEZ-FORTÚN, PRIMER CABALLERO LAUREADO DE LAS FUERZAS REGULARES

Antes de finalizar el año 2018, no hay que dejar pasar el recuerdo a D. Jaime Samaniego y Martínez-Fortún, Teniente de Caballería destinado...