Próximo a cumplirse el XCVIII aniversario de la fundación de la Legión como Tercio de Extranjeros (1), queremos dedicar este artículo a quien fuera su primer abanderado, aquel que el 21 de octubre de 1920 y portando la bandera del Regimiento de Infantería "Serrallo" nº 69, en la explanada junto al río Tarajal (Ceuta), portando la enseña nacional, fue testigo de la Jura de Bandera del primer contingente de legionarios.
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D. Joaquín Moore portando la bandera del Regimiento Serrallo nº 69, flanqueado por el Teniente Coronel Millán-Astray y el Comandante Franco |
Para la biografía de este valiente legionario vamos a reproducir el artículo del Comandante de Infantería D. Francisco Ángel Cañete Páez publicado en la revista "La Legión" nº 523.
Joaquín Moore de Pedro nace en Madrid el 29 de Octubre
de 1892, siendo hijo de Don Rafael Moore de Pedro y de Doña Joaquina de
Pedro Barnocta-Aldamaz. Cursa estudios del Bachiller en Artes, y el día 1º de
Agosto de 1913 ingresa en la Caja de Reclutas de Madrid Nº 2, en calidad de
Soldado quinto del Reemplazo de 1913. Con fecha 16 de enero de 1914, pasa
destinado en la clase de soldado de segunda al Regimiento de Infantería “LEÓN”
nº 38, de guarnición en Madrid, no incorporándose al mismo al haberle sido
concedida prórroga hasta verificar oposiciones para ingreso en las Academias
Militares. El día 5 de Septiembre de 1914, y al haber obtenido plaza de Alumno
en la Academia de Infantería de Toledo, efectúa su presentación en dicho Centro
de Enseñanza Militar, como integrante de la XXII Promoción y donde queda
cursando el Plan de estudios reglamentario. El día 8 de diciembre de ese mismo
año (1914), y en el suntuoso y porticado patio del Imperial Alcázar toledano,
presta juramento de fidelidad a la Bandera; juramento que le es tomado por el
Ilmo. Sr. Coronel Director de la Academia: Don Enrique Marzo Balaguer. El día
25 de Junio de 1917, y por haber concluido con aprovechamiento el Plan de
Estudios vigente en dicho Centro de formación de oficiales del Arma, es
promovido a segundo teniente de Infantería con antigüedad de la fecha citada.
Por Real Orden de 26 de Junio de 1917 (Diario Oficial Nº142) se dispone que en
su documentación se haga constar “ que este Oficial se encuentra en
posesión del Título de Barón de Misena”. Por Real Orden de 27 de Junio
de 1917 ( Diario Oficial Nº 143) pasa destinado al Regimiento de Infantería “LA
LEALTAD” Nº 30, de guarnición en la plaza de Burgos, efectuando su
incorporación al mismo el día 31 de Julio siguiente y queda en servicios de
instrucción y guarnición. El día 12 de Agosto marcha a Gijón (Asturias)
formando parte de su batallón donde queda destacado hasta el día 21 de Noviembre,
que en virtud de lo ordenado por el Excmo. Sr. Ministro de la Guerra, en su
superior Telegrama Postal (T.P.) de fecha 13 del citado mes, regresa con su
Batallón a su ciudad de guarnición (Burgos), donde finaliza el año. Da comienzo
el año 1918, con el teniente Moore de Pedro de guarnición en Burgos. De
conformidad con lo dispuesto en la Ley de Bases de 29 de Junio de ese año
(1918) este oficial cambia la denominación de su actual graduación de segundo
teniente por la de Alférez. Por Real Orden Circular de 20 de Julio de
1918, pasa destinado al Regimiento de Infantería “COVADONGA” nº 40, de
guarnición en Madrid, al que se incorpora el día 10 de Agosto siguiente. El día
28 de Noviembre marcha a Alcañiz (Teruel) en uso de dos meses de licencia por enfermo,
concedidos por el Excmo. Sr. Capitán General de la Primera Región Militar, y en
esta situación finaliza el año. El día 28 de enero de 1919, finaliza su
licencia por enfermo incorporándose a su Regimiento. El día 28 de febrero, y
habiéndose declarado el “Estado de Guerra” queda “de cuartel” dispuesto a salir
para restablecer el orden público. El día 2 de Marzo sale con su batallón
( el 2º) y a las órdenes del Sr. Coronel Jefe del Regimiento Don Ambrosio
Feijóo Pardiñas, a mantener el orden en los barrios extremos de la ciudad,
hasta el día siguiente ( 3 de Marzo), en que regresa a su acuartelamiento al
ser levantado el “Estado de guerra”. Por Real Orden Circular (R.O.C.) de 4 de
Septiembre de 1919 (Diario Oficial Nº 198) es promovido al empleo de Teniente
de Infantería con antigüedad del 25 de Junio anterior, continuando destinado en
su mismo Cuerpo. Por R.O.C. de 28 de Octubre de 1919 (D.O. Nº 243) es destinado
al Regimiento de Infantería del “SERRALLO” nº 69, al que se incorpora, en la
plaza de Ceuta el día 15 de Noviembre siguiente, siendo dado a conocer con las
formalidades de Ordenanza. Cuán ajeno estaría nuestro teniente Moore de Pedro
de pensar, que casi un año más tarde (Octubre de 1920) y en el acto
de la primera Jura de bandera del recién creado “Tercio de Extranjeros” sería
el oficial abanderado, portando la gloriosa enseña del “Serrallo” 69, y
vistiendo ya el uniforme gris verdoso del Tercio, con “chapiri” incluido como
prenda de cabeza. Pero aún le quedaba casi un año de destino en el Regimiento
del “Serrallo”. El día 22 de Diciembre y formando parte de la columna que manda
su coronel Don Quirico Aguado Manrique, se traslada al destacamento de R`Gaiia,
donde queda prestando servicio de campaña, hasta el día 24 del mismo mes que
regresa a su acuartelamiento en Ceuta, donde, prestando los servicios propios
de su empleo finaliza el año. El día 22 de enero de 1920, marcha con su
Compañía a la posición “General García Aldave” en una colina dominante de la
ciudad, batida por todos los vientos que se afianzan en el Estrecho, y
sede parcial de guarnición, durante muchos años, de La Legión Española, donde
queda prestando servicio de campaña hasta el día 22 de Febrero en que marcha al
campamento de Dar Riffien (que pocos meses después quedaría íntimamente ligado
al Tercio de Extranjeros), formando parte de su Batallón (el 1º del
“Serrallo”) permaneciendo en dicho campamento hasta el 11 de Marzo en que
regresa a su acuartelamiento en la plaza (Ceuta). El 9 de Julio se traslada a
Alcázar Seguer quedando en servicio de campaña hasta el 10 de Agosto que marchó
con su Compañía a cubrir la posición de Rauda, donde permanece hasta el 11 de
Septiembre que regresa a Ceuta.
Según Orden Comunicada Telegráfica de fecha 4 de
Octubre de 1920, del Ilmo. Sr. Coronel Encargado del despacho de la Comandancia
General de Ceuta, se dispone que “Este Oficial (teniente Moore de Pedro)
pase a prestar sus servicios en concepto de “agregado” al Tercio de
Extranjeros”, efectuando su incorporación a su nueva Unidad ese mismo día.
Por R.O.C. de 11 de Octubre es destinado al “Tercio de Extranjeros” cesando en
su condición de “agregado”, siendo destinado a la Primera Bandera que manda el
Jovencísimo Comandante de Infantería Don Francisco Franco Bahamonde, efectuando
su presentación en la posición de “García Aldave” donde se encuentra destacada
dicha bandera. En el acto de presentación el Comandante Franco lo nombre
“Teniente Ayudante” de la Bandera. (2)
El día 21 de Octubre del presente año (1920) tiene
lugar en los aledaños del cauce seco del Río Tarajal (Ceuta), el solemne acto
de la “Jura de Bandera” de los legionarios ingresados hasta dicha fecha en el
Tercio de Extranjeros. Para dicho acto, y al mando del Teniente Coronel D. José
Millán Terrero forman las tres Banderas Legionarias que hasta esa fecha
integran el Tercio de Extranjeros (3). Pero al no contar dicha
Unidad con bandera propia dada su reciente creación, su Jefe tiene que
solicitarla a la Autoridad Militar de la Plaza de Ceuta, la cual designa para
dicho acto a la “enseña” del Regimiento de Infantería del “SERRALLO” Nº 69 ( y
no la del Regimiento de Infantería ”CEUTA” nº 60, que erróneamente dan por
cierto la mayoría de los historiadores) enseña que sería portada por un Oficial
subalterno ( Alférez o teniente) del citado Regimiento. Pero Millán quiere que
la bandera sea portada por un teniente del Tercio, y aunque el Coronel Jefe del
“Serrallo” se resiste, al final accede con la condición de que el abanderado
sea el Teniente Joaquín Moore de Pedro, que hasta hace muy pocos días había
estado destinado en “El Serrallo”, donde ha dejado una muy buena impresión
entre sus superiores y compañeros. Millán acepta la decisión del Coronel Jefe
del Regimiento “Serrallo” y nombra al Teniente Moore de Pedro Abanderado para
el acto de la Jura del día 21 de Octubre. El prestigioso fotógrafo Bartolomé
Ros y Ros, natural de Cartagena (Murcia) y afincado en Ceuta, gran
especialista en la fotografía militar nos ha dejado unas artísticas fotos del
acto de la Jura, fotos plenas de plasticidad y belleza. En ellas se puede ver
al Oficial abanderado (teniente Moore de Pedro) sosteniendo airoso y marcial la
enseña del Regimiento del “Serrallo” 69, y a su derecha (izquierda de la
foto) al Jefe del Tercio de Extranjeros: TCOL. Millán Terreros, con el sable
desenvainado y en correcta posición de firmes, presidiendo el acto de la Jura,
así como al Comandante Francisco Franco, sosteniendo con su mano derecha los
pliegues de la sagrada enseña de la Patria, para que sobre sus tafetanes
depositen el beso los legionarios de nuevo ingreso. Y es el propio Franco, en
su ya citada obra “Diario
de una Bandera” el que nos deja una vibrante a la
par que breve, crónica del acto “ Unos días después, y en el llano del Tarajal, se
celebra la Jura de Bandera de los legionarios alistados. A la hora señalada
concurren en el llano las tres primeras banderas en organización y formadas en
tres extensas filas, presentan las armas al paso de la sagrada Bandera; el
teniente coronel les dirige breves palabras y les toma el juramento de
fidelidad; a sus frases responden los legionarios con el gorro en alto, jurando
morir por La Legión, y besando la sagrada enseña desfilan marciales oficiales y
soldados. A los acordes de la Marcha Real se aleja por la carretera la Bandera
en que prestaron juramento los soldados; la vemos alejarse con emoción pero sin
pena ¡ No es nuestra propia Bandera que aún tenemos que ganar! (4).
Entre los legionarios que en tan señalado día 21 de
Octubre de 1920 depositaron su beso sobre la enseña de la Patria, estarían sin
duda alguna: Marcelo Villarreal Gaitán el primero en formar en las filas
de La Legión, fallecido de Sargento al escalar los risco escarpados de Malmusi
Alto el 23 de Septiembre de 1925, siendo ascendido a Suboficial a título
póstumo; Carlos Expresatti de la Vega, quien, en una ya lejana controversia,
pretende arrebatarle a Marcelo el honor de ser el primer alistado, Dimitri
Ivanof, Domingo Piris Berrocal, Bartolomé Munar, Santiago Garriga Maxfret, que
sería condecorado con la Medalla Militar Individual, Baltasar Queija Vega, el
primer muerto en combate de La Legión, Otto Preit Weitia, Máximo Sueta Nibacor,
José López Díaz, etc. Algunos de ellos llegarían a Oficiales, dando fe de
que era cierto aquello que anunciaban los carteles fundacionales del Tercio: la
posibilidad para los más valientes y esforzados de “Hacer honrosamente la
carrera de las Armas”. Legionarios como Máximo Sueta Nibacor, uno
de los primeros promovido a Alférez del Tercio (5); Otto Preit
Weitia ( o Weftu) que combatió con honor y heroísmo en la Campaña de Marruecos
siendo promovido a Alférez y Teniente del Tercio, pasó a Retirado al haberse
acogido a la llamada “Ley Azaña” promulgada al advenimiento de La República
(Abril de 1931). Al inicio de nuestra Guerra Civil, se volvió a poner el
uniforme legionario tomando parte activa en la campaña, en las filas
nacionales y en el transcurso de la cual sería ascendido a Capitán
Legionario con antigüedad de 28 de Marzo de 1937, en cuyo empleo dejaría
un muy grato recuerdo en el Tercer Tercio a comienzos de la década de los
cuarenta del pasado siglo. A Domingo Piris le tendría reservado el destino y su
brillantísimo historial militar el ser el único Legionario de 2ª, que llegaría
a alcanzar el grado de Teniente Coronel en el escalafón legionario. Finalmente
a Don Bartolomé Munar le cupo el honor de lucir en su uniforme legionario la
prestigiosa Cruz de las Rojas Espadas orladas de laureles, que distingue a
aquellos que en su Hoja de Servicios y en el apartado “VALOR” llevan
anotada la conceptuación de “HEROICO”.
Y siguiendo con la semblanza biográfica del teniente
Joaquín Moore de Pedro, semblanza forzosamente breve pues breve fue su vida
militar activa. El día 3 de Noviembre marcha con su Bandera al campamento de
Uad-Lau, pernoctando en el Rincón de el Medik, reemprendiendo la marcha al alba
del siguiente día pasando por Tetuán y vivaqueando en Beni Madam, llegando el
día 6 a Uad Lau, donde queda de servicio de campaña. Y en esta situación,
destacado en Uad Lau y ejerciendo el cargo de Ayudante de la 1ª Bandera finaliza
el año.
Y llegamos ya al año 1921, último en la vida de
Joaquín Moore de Pedro. El día 25 de Marzo marcha a Madrid en uso de un breve
permiso por “asuntos propios”. El Diario ABC, en su edición del domingo 27 de
Marzo de 1921, y en sus “Ecos de Sociedad” nos da cuenta de la llegada de Moore
a la capital del Reino: “Procedente de Tetuán y en uso de licencia, ha
llegado a Madrid Don Joaquín Moore de Pedro, Barón de Misena, Teniente Ayudante
de la Primera Bandera del Tercio de Extranjeros”. El día 4 de
Abril se reincorpora a su destino en el destacamento de Uad Lau. Los días
18 y 19 de Abril asistió con la columna del Coronel Don Alberto Castro Girona a
la ocupación de distintas posiciones de singular valor estratégico, regresando
a Uad Lau el día 25 del citado mes de Abril. El 24 de Junio marcha con su
Bandera al Zoco el Arbaa, asistiendo los días 25, 27 y 29 del referido mes a la
ocupación de Ait el Gab, Selach y Muñoz Crespo, respectivamente, sosteniendo
intenso fuego con el enemigo. El día 1º de Julio salió para Ben Karrik, y el 2
para el Fondak de Ain Yedida en misiones de campaña. El día 6, y formando parte
de la columna del Sr. Teniente Coronel Don Gregorio Benito Terraza ocupó las
lomas inmediatas al Blocao de Crias, sosteniendo violento fuego con los
rebeldes cabileños. Los días 11, 16 y 20 de Julio, encuadrada su Bandera en la
columna del Excmo. Sr. General de Brigada Don Enrique Marzo Balaguer ( su
Coronel Director de la Academia de Infantería el año de su ingreso) asiste a la
toma de R´Kaija y Zoco el Jemis, así como a la rectificación de distintas
posiciones. El 20 de Julio la Bandera regresa a su destacamento de Robba El
Gozal.
Forzosamente hemos de recordar aquí, con
profundo sentimiento los hechos luctuosos, a la par que tristísimos, acaecidos
en el devenir histórico de nuestra Patria. Días que llenaron de luto y desazón
a millares de hogares españoles. Durante los días 21, 22 y 23 de
Julio de 1921, se produce el llamado “Desastre de Annual” y el consiguiente
Derrumbamiento de la Comandancia General de Melilla, estando nuestra Plaza de
Soberanía melillense a punto de ser tomada por las hordas de Abd El Krim, dadas
las muy escasas fuerzas que en esos momentos la guarnecen. Una voz se alza con
fuerza entre el Alto Mando militar ¡Hay que salvar a Melilla! Y como no podía
ser de otra manera, entre las fuerzas que van a acudir a la salvación de
Melilla, ocupan la vanguardia de honor :Los Regulares y el Tercio de
Extranjeros. Sobre las dos de la madrugada del 22 de Julio ( nos dice el
Comandante Franco) suena el teléfono de campaña en el campamento de Robba El
Gozal (En la Circunscripción Occidental de nuestro antiguo Protectorado).El
teniente coronel Millán ordena que una Bandera tiene que salir de inmediato
para Tetuán y de allí a Ceuta. Algo muy grave debe estar pasando, piensa el
Jefe, cuando nos imprimen la máxima urgencia en el desplazamiento. Le
corresponde salir a la Primera Bandera, a cuyo frente se encuentra el
Comandante Franco quien, como sabemos, tiene por Ayudante al Teniente Moore de
Pedro. Sobre las cuatro de la madrugada se pone en marcha la bandera con muy
pocos descansos y que a la salida del sol inclemente haría muy pesado el
caminar. Hacen un alto junto a las márgenes de un pequeño río y se autoriza a los
legionarios a darse un baño. A eso de las tres de la tarde se
reemprende la marcha para el Fondak, donde llegarían, ya con el cansancio
reflejado en los rostros, sobre las once de la noche. La tropa vivaquea y a los
pocos momentos duerme tendida en las cunetas. El Comandante Franco seguido de
su fiel Ayudante Moore de Pedro, y sus capitanes, comentan en breve tertulia
los sucesos que se deben estar desarrollando en Melilla, que requieren nuestra
inmediata presencia en la Plaza. Pero hay que seguir, a las tres y media de la
madrugada del 23 de Julio, suena insistente el teléfono de campaña, instando a
reanudar la marcha. A los legionarios hay que irlos despertando uno por uno,
tal es el estado de cansancio en que se encuentran. Reemprendida la macha, sobre
las diez de la mañana desfilan nuestros legionarios por las calles de Tetuán.
Allí les llega la fatal noticia de que en Melilla ha ocurrido un “Desastre” y
que el general Silvestre se ha suicidado. No hay tiempo que perder, la Bandera
del Comandante Franco embarca en un trenecito que enlaza Tetuán con Ceuta, que
sobre las cuatro de la tarde los deja en la pequeña pero vistosa estación de
ferrocarril ceutí de “Las Puertas del Campo”. Desfile hasta el puerto y antes
del embarque en el “Ciudad de Cádiz”, les pasa revista el
general Sanjurjo. Por fin llega para nuestros soldados el descanso necesario.
Apenas en un día y medio, nos dice el Comandante Franco en su obra “Diario
de Una Bandera”, los legionarios habían recorrido algo más de cien
kilómetros. Magnífico ejemplo del cumplimiento de los Espíritus de “Marcha” y
de “Sufrimiento y Dureza” del CREDO LEGIONARIO.
En Ceuta, toma el mando de las banderas legionarias (
la Segunda Bandera se incorpora a la expedición de socorro) el Teniente Coronel
Don José Millán Terreros, Primer Jefe del Tercio de Extranjeros. Sobre las ocho
de la tarde de ese 23 de Julio el “Ciudad de Cádiz” zarpa rumbo a
Melilla. Durante la travesía se reciben varios radios del Alto Comisario que
manda “Forzar la marcha todo lo posible” y pregunta ¿Cuándo llegaremos? El
capitán del barco dice que vamos a toda marcha y que las máquinas no se
pueden forzar más. Al fin, sobre las dos y media de la tarde del día 24 de
Julio, se rebasa el Cabo Tres Forcas, vigía y atalaya milenaria de la antigua
Rusadir fenicia. Media hora más tarde arribamos a Melilla. Antes de desembarcar
una motora se acerca al barco y sube a bordo un Oficial de Estado Mayor, y tras
presentarse al general Sanjurjo, le transmite la orden del Alto Comisario,
general Berenguer, para que el Teniente coronel Millán-Astray, se dirija en un
breve discurso a la población para levantarle el ánimo, pues se encuentran con
la moral muy quebrantada. Acto seguido el teniente coronel Millán, subido a la
borda del barco saluda al pueblo de Melilla y en una vibrante alocución los
tranquiliza. Les dice que ya están aquí Los Regulares y La Legión dispuestos a
morir si preciso fuera en defensa de los melillenses, y que al frente de todas
las tropas está el heroico general Sanjurjo que es la mejor y más segura
garantía del éxito de la empresa. Las palabras del ilustre jefe, son acogidas
por los melillenses con clamorosas ovaciones, los vivas se suceden y el pueblo
se desborda en entusiasmo. Una vez desembarcados los legionarios, con la música
a la cabeza, desfilan por las calles de la ciudad entre los vítores de la
muchedumbre. Un ilustre cronista melillense, que presenció el desfile de las
banderas legionarias, mezclado entre la multitud, en ese día 24 de Julio de
1921, nos ha dejado una breve y emocionada crónica que no me resisto en
reproducir: “ Pasó primero la tronada de los tambores, las cornetas
dibujando ringorrangos de oro en el aire, la bandera, el carnero de largos
toisones; luego una riada impetuosa de banderines alzados al pasar ante la
tribuna; soldados de rostros duros, feroces, que dan un grito seco como de
descarga, y tuercen el cuello en el ¡Vista a la derecha! con garbo eléctrico de
una gallardía insolente. Trajes pardos, cuellos abiertos, brazos tatuados, paso
resuelto. La Legión pasa como un alud verdoso, y cuando acaban de pasar los
legionarios me quedo unos minutos entontecido. ¿Qué ha sido esto? Tengo la
sensación de que he visto pasar un huracán”.
Guarnecida la plaza de Melilla con las tropas enviadas
desde la Península, así como las que han acudido en su auxilio desde la
Circunscripción Occidental de nuestro antiguo Protectorado y reforzadas sus
defensas, de inmediato el Mando dispuso la urgente organización de una Columna
de socorro y de Reconquista del territorio perdido en esos días finales del mes
Julio de 1921. La citada columna, cuya vanguardia va a ocupar el Tercio y los
Regulares, estaría mandada por el Excmo. Sr. General de Brigada D. José
Sanjurjo Sacanell. No me es dado el reflejar aquí, dados los límites de
este artículo y su glosa principal en la figura del heroico Teniente de
Infantería Joaquín Moore de Pedro, que a los órdenes de su Comandante Don
Francisco Franco, Jefe de la Primera Bandera del Tercio, sigue desempeñando las
importantes funciones de Ayudante, el pormenorizar el itinerario heroico y
glorioso de la citada Columna “Sanjurjo”. El enemigo crecido por su triunfo
y perfecto conocedor del terreno va a plantar cara con una energía desconocida
a los valientes soldados del ejército español integrados en la citada columna.
Pero ahí van, en la vanguardia los legionarios de Millán y Franco, los
Regulares de González Tablas, así como otros distinguidos Batallones y Baterías
de Artillería, con nuestra valerosa y abnegada Caballería, que se acababa
de cubrir de gloria, cargando hasta la extenuación en el cauce seco del Río
Igán, que auxiliados por nuestra Artillería y nuestros Ingenieros, junto
a nuestros sufridos Cuerpos de Intendencia, Sanidad, Brigada Obrera y
Topográfica, Compañía de Mar, etc. van a demostrar y hacer patente el más alto
grado de heroísmo en esta campaña de Reconquista.
En los días finales del mes de Julio de 1921, la
columna “Sanjurjo” se pone en marcha, a la vanguardia, como ya he dicho, la
Primera bandera del Tercio de Extranjeros, con su fiel Ayudante el teniente
Moore de Pedro, a quien ya la muerte, que siempre se lleva a los mejores, le
tenía reservada cita, para tan solo unos meses más tarde en las lomas ásperas
de Taxuda-1. La lista de combates y acciones en las que interviene la
citada bandera, nos la ha dejado plasmada en un libro pleno de heroísmo y amor
patrio, su jefe el Comandante Franco en su “ Diario de una
bandera”. Y nombres tales como: Ait Aisa, Tiquel
Manin, Sidi Amarán, El Atalayón, Sidi Hamed el Hach, el Blocao de Dar Hamed,
donde un modesto Legionario de Primera, muerto el teniente Jefe del
destacamento, el suboficial y el cabo, toma el mando y con sus quince legionarios
de segunda, unidos en fraternal y eterno abrazo con sus hermanos los 17
soldados de la Brigada Disciplinaria de Melilla, dan muestras, en un
supremo alarde de valor y patriotismo, de cómo se defiende una posición y de
cómo se muere por España. Y no quisiera extenderme más, sin salirme del titular
de este artículo. En todas estas acciones el teniente Moore de Pedro, en
cumplimiento de su importante misión da inequívocas pruebas de un valor sereno
y profundo. Sigue la Primera bandera cosechando lauros a costa de dejar sobre
el terreno una gran parte de sus valientes legionarios. Y así de nuevo en
Tizza, Casabona, Nador, Tahuima, Sebt y Atlaten nos dan cumplida prueba del
alto grado de heroísmo de aquellos que un día acudieron al reclamo de unos carteles
anunciadores para alistarse en un Cuerpo, llamado a ser grande por heroico,
creado a imagen y semejanza de ese genio místico de la guerra, que fue el
Teniente Coronel Millán-Astray. (Oficialmente, Millán aún no había adicionado a
su primer apellido el “Astray” paterno, pero ya se le conocía con su apellido
compuesto de Millán-Astray).
Y henos aquí ya, siquiera sea con la imaginación, en
esa trágica mañana del 10 de Octubre de 1921, en la que en la acción de
Taxuda-1, cae gravísimamente herido el teniente Moore de Pedro, falleciendo dos
días más tarde. Día glorioso, este 10 de Octubre, según nos dejó escrito
el Comandante Franco, y nos confirmó la brillantísima actuación de la
Primera Bandera. Y como he reflejado al principio, la acción consistía en que
mientas varias columnas desde la plaza (Melilla) van a intentar escalar el
Gurugú, la columna “Sanjurjo” saliendo de Seganga debe cortar el paso al
enemigo en Taxuda.
La papeleta que se le presenta a la Primera Bandera es
de primer orden. Y en ella cumple un papel importante el Barón
de Misena, teniente Ayudante de la Bandera, si bien a costa de su
propia vida, entregada con generosidad a la Patria, siguiendo los
venerandos principios que le inculcaron en las aulas del imperial alcázar
toledano.
De todos cuantos nos honramos en profesar la noble
Carrera de las Armas, o bien nos hemos dedicado por afición al estudio de los
Reglamentos y la “Doctrina para el Empleo Táctico de las Armas
y Servicios” es sabido las importantes misiones que lleva implícitas el
cargo de un Ayudante de Batallón ( en este caso de Bandera) en campaña. A las
órdenes directas de su jefe de Bandera el Comandante Franco, el teniente Moore
de Pedro, en la acción del 10 de Octubre de 1921, para la toma de “Taxuda-1”,
se desplaza una y otra vez sorteando el fuego enemigo, para llevar a los
escalones inferiores (Capitanes de Compañía y tenientes jefes de sección
destacada) las órdenes e instrucciones de su Comandante. Órdenes, en su mayoría
verbales, cuando no escritas a lápiz en esas entrañables libretillas de campaña
que tan famosas se hicieron en la Campaña de Marruecos y en nuestra Guerra
Civil. Y en cumplimiento de su misión, el teniente Moore de Pedro se desplaza
sobre los riscos de Taxuda, expuesto al fuego enemigo, tanto de frente como de
franco, con la única misión de hacer llegar cuanto antes las órdenes de
su jefe a sus órganos receptores. Y es entonces, cuando en cumplimiento de su
esforzada misión, un certero disparo rifeño, le impactó de lleno en la cabeza,
produciéndole heridas de tamaña gravedad, que en una larguísima agonía,
entregaría su alma a Dios dos días más tarde ( el 12 de Octubre de 1921). Su
jefe, el comandante Franco al verle llegar moribundo en la camilla, lo despide
con emoción, en un párrafo de su obra ya citada “Diario de
una Bandera”: “En estos momentos cae con la cabeza atravesada
mi fiel ayudante. El plomo enemigo le había herido mortalmente; desde la
guerrilla dos soldados conducen su cuerpo inanimado, y con dolor veo separarse
de mi lado para siempre al fiel y querido Barón de Misena”.
NOTAS
1. Denomino a la acción del día 10 de Octubre de 1921, en que fue herido gravísimo (falleciendo dos días más tarde) el teniente JOAQUÍN MOORE DE PEDRO, como “TAXUDA-1”, pues poco tiempo después, y casi en los mismos escenarios, tuvo lugar la acción “TAXUDA-2”.
2. El singular afecto que el Comandante Franco profesaba al Teniente Moore de Pedro, al margen de ser un brillantísimo oficial, y el profundo sentimiento que le produjo su muerte heroica en campaña, pudiera ser por el hecho de ser ambos de “la misma quinta”, toda vez que los dos nacieron el año 1892: Moore el 29 de Octubre y Franco el 4 de Diciembre.
3. Las tres Banderas Legionarias que formaron para el solemne acto de la Jura, el 21 de Octubre de 1920, en los aledaños del cauce seco del Río Tarajal , bajo el mando superior del TCOL. Jefe del Tercio Don José Millán Terreros, estaban mandadas respectivamente por los Comandantes : Don Francisco Franco Bahamonde (la 1ª), Don Fernando Cirujeda Gayoso (la 2ª) y Don José Candeira Sestelo ( la 3ª)
4. La Bandera Nacional le sería entregada al TERCIO en Dar-Riffien, el día 5 de Octubre de 1927, en una solemne ceremonia presidida por los Reyes de España y siendo madrina de la Enseña S.M. La Reina Doña Victoria Eugenia.
5. Acompañan al Alférez Don Máximo Sueta Nibacor, en esta primera nómina de Alféreces del Tercio procedentes de Legionarios de 2ª: Don Julián Patón Medina, Don Andrés Fuentes Jiménez, Don Carlos Tiede Zedem, Don Conrado Jimeno Castillo y Don Juan González Munné. Todos ellos ascendidos con antigüedad de 16 de Junio de 1924.
6. El tributo de sangre pagado por La Legión en la acción de “TAXUDA-1”, el 10 de Octubre de 1921, se cifró en 25 muertos y 91 heridos. Entre los oficiales fallecidos se encontraban el Capitán Don Eduardo Covo Gómez, y los tenientes Don Antonio Rodrigo Cifuentes y Don Joaquín Moore de Pedro (fallecería el día 12), y herido el teniente Perez Mercader.